A quién prestar atención en términos de salud mental?

La salud mental es un tema delicado y, en redes sociales, es importante mantener una perspectiva crítica y racional al seguir a influenciadores, sin olvidar la importancia de acudir a terapia con profesionales capacitados.

6/28/20231 min read

El problema de la desinformación en redes sociales

Hoy en día, todos tenemos acceso ilimitado a información y las redes sociales se han convertido en un canal directo de desinformación en temas de salud mental. A menudo encontramos un gran flujo de contenido enfocado al mejoramiento de la salud mental, representado en tips, definiciones, y experiencias propias y ajenas sobre temáticas como amor propio, feminismo, depresión, ansiedad, etc.

La perspectiva personal y la formación profesional

Cada persona que crea contenido en pro de algo, lo hace desde una perspectiva de vida personal, generando problemas cuando se trata de salud mental. Los profesionales en esta área obtienen sus títulos tras años de estudios y prácticas, mientras que muchas personas generan contenido a partir de su diagnóstico y visión subjetiva experiencial. Todos somos seres únicos e irrepetibles con distintas historias de vida.

La importancia de la ética y la adaptación en la psicología

Un psicólogo se rige por leyes y códigos de ética, y es importante encontrar al profesional que más nos convenga. La psicología cuenta con muchos enfoques que se adaptan a la personalidad del paciente, facilitando el proceso terapéutico.

El papel de las redes sociales y la necesidad de un enfoque crítico

El algoritmo de las redes sociales nos presenta contenido según nuestras búsquedas, exponiéndonos a personajes públicos sin formación profesional en temas delicados como la salud mental. Es crucial adquirir información desde una perspectiva crítica y racional que nos permita decidir si continuar o no siguiendo a ciertos influenciadores.

Conclusión y recomendaciones

Acudir a terapia es siempre la mejor opción, pero no hay que estar en contra de los influenciadores. La clave es autoevaluar qué tan conveniente es seguir a ciertas personas y tener el poder de decisión para dejar de seguirlas si es necesario. En definitiva, hay que saber cuándo parar.